Erich Fromm, reconocido psicoanalista y filósofo social alemán, es conocido por sus contribuciones a la teoría y la práctica del psicoanálisis, la filosofía y la ética. En su obra “La ética del psicoanalista”, Fromm explora la relación entre la ética y la psicología y enfatiza la importancia de la libertad y la responsabilidad individual en la construcción de una ética personal y social sólida. En este contexto, Fromm presenta el concepto de “atrévete a saber”, como un llamado a la reflexión crítica y la autodeterminación.
Para Fromm, “atrévete a saber” es una actitud de mente y una práctica que implica la disposición de cuestionar las normas y creencias sociales y de explorar la verdad por uno mismo. Este concepto tiene sus raíces en el ideal ilustrado de la autonomía y la emancipación, y se refiere a la capacidad de cuestionar las verdades establecidas y las formas de pensamiento dominantes.
En este sentido, “atrévete a saber” implica una actitud valiente y comprometida con el conocimiento y la verdad. Se trata de una invitación a no aceptar lo que se nos presenta como verdad sin examinarlo críticamente y de forma consciente, y a tener el coraje de hacer preguntas difíciles y abordar problemas complejos.
Para Fromm, esta actitud es esencial para la construcción de una ética personal y social sólida. Si queremos ser éticamente responsables, debemos tener la libertad y la capacidad de pensar por nosotros mismos y de cuestionar lo que se nos presenta como verdad. Solo así podemos desarrollar una comprensión profunda de nosotros mismos y del mundo que nos rodea y tomar decisiones éticas informadas.
Además, “atrévete a saber” también implica asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas y acciones. Al adoptar una actitud crítica y reflexiva hacia el mundo, nos convertimos en agentes activos de nuestra propia vida y tomamos decisiones conscientes y responsables en lugar de simplemente seguir las normas y expectativas sociales sin cuestionarlas.
En resumen, “atrévete a saber” es un llamado a la reflexión crítica y la autodeterminación. Para Fromm, esta actitud es fundamental para la construcción de una ética personal y social sólida. Solo al cuestionar las verdades establecidas y al asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas y acciones podemos ser verdaderamente libres y éticamente responsables.
“Atreverse a saber” es un reto individual que cada persona debe asumir para desarrollar una comprensión profunda de sí misma y del mundo que le rodea. En lugar de simplemente aceptar las verdades establecidas y las formas de pensamiento dominantes, “atreverse a saber” implica tener la valentía y el compromiso de hacer preguntas difíciles y abordar problemas complejos.
Al cuestionar las verdades establecidas, cada persona puede desarrollar una comprensión más profunda de sí misma y del mundo que le rodea. Esto permite tomar decisiones más informadas y conscientes, lo que puede conducir a una vida más satisfactoria y plena.
Sin embargo, “atreverse a saber” no es un reto fácil de asumir. A menudo, se nos enseña desde una edad temprana a aceptar las verdades establecidas y a no cuestionar la autoridad o las normas sociales. Además, hay muchas barreras que pueden impedir el cuestionamiento crítico, como el miedo a ser juzgado o rechazado por otros.
Por lo tanto, “atreverse a saber” requiere de una actitud valiente y comprometida con el conocimiento y la verdad. Cada persona debe estar dispuesta a cuestionar sus propias creencias y a examinar la información de manera crítica. Además, también es importante rodearse de personas que fomenten y apoyen este tipo de pensamiento crítico.
En conclusión, “atreverse a saber” es un reto individual que cada persona debe asumir para desarrollar una comprensión más profunda de sí misma y del mundo que le rodea. Si bien puede ser un desafío, esta actitud puede conducir a una vida más satisfactoria y plena, y permitir tomar decisiones más informadas y conscientes.
www.angelduran.com