Laguna de Cuyutlán.
Manzanillo, Colima.- Los vasos dos y tres de la laguna de Cuyutlán se han convertido en hábitat natural de cientos de cocodrilos, muchos han nacido en esa zona al grado de infestar los vasos tres y cuatro, otros ejemplares han sido reubicados al vaso dos.
Lo anterior fue señalado por el pescador, Rafael López Hernández, de la Cooperativa Griselda Álvarez, quien dijo que han tenido que aprender a convivir con enormes cocodrilos, algunos pasan por un costado de las pequeñas embarcaciones.
“Hasta el momento ningún pescador de Manzanillo ha sufrido un ataque directo de un cocodrilo, pero nadie se arriesga ni se pone en una posición donde pudiera facilitar que eso suceda; cuando vemos uno grande entonces nos ponemos alerta para defendernos, pero siempre han pasado de largo, hasta ahora”, dijo.
Tras el ataque a un pescador en la laguna de Amela, hace unas semanas y que se salvó gracias a que traía un perro que a ladridos se enfrentó al animal hasta que soltó al pescador, Rafael López reiteró que los cocodrilos pequeños siempre se alejan cuando sienten la presencia del hombre.
No obstante, dijo que cuando ya son grandes y están hambrientos, podría haber peligro porque huelen el pescado y pueden arrebatar la pesca o atacar, por eso los pescadores se ponen en estado de alerta, de defensa tomando un palo o lo que se tenga a la mano.