Alguna vez has pensando ¿qué despierta en ti la Navidad? ¿Qué sentimiento o pensamiento surge en ti? Por lo pronto el que está surgiendo en mí hoy al escribir estas líneas, son de infinito agradecimiento… Así tal cual me ha tocado vivir este 2022, con sus altas y sus bajas, con su aprendizaje y sus interesantes desafíos que me llevan a ser mi mejor versión… porque así lo elijo, además siento que mi proceso evolutivo ha estado muy cuidado por esa energía cósmica universal.
También quiero agradecerte desde mi corazón, el tiempo que dedicas a leer estas líneas, en verdad lo aprecio y lo valoro, sobre todo cuando me haces saber que algo de lo escrito aquí, movió las fibras más profundas de tu ser o de tus mejores sentimientos, gracias por permitirte recibir esa… “Luz Cósmica”. Y estas fechas decembrinas muy en particular, se presta su energía para llevarnos a reflexionar sobre todo aquello que logramos o no logramos o que seguimos aun queriendo lograr.
Por eso a continuación, te comparto una reflexión que me encantó para este día, porque sabemos que no todo el tiempo es miel sobre hojuelas, y es un excelente momento para dejar resurgir el significado de la Navidad en nosotros, por ello: “No sólo te deseo Felices Fiestas, porque siento que no alcanza con eso…Yo te deseo que de cada cicatriz te broten sonrisas.
Que tengas nuevos sueños, aunque sigas teniendo cuentas pendientes con el pasado. Que te sientas vivo, aunque se hayan apagado ilusiones. Que nunca desistas porque lo mejor todavía no ha llegado. Que elijas disfrutar porque la vida pasa igual, no se detiene por mucho que sufras. Que te emborraches de ganas, muchas ganas, de vivir, de reír, de arriesgarte, de hacer lo que no te has atrevido. Te deseo que te inunde la esperanza. Que tires lo que no sirva, que te quedes sólo con lo que te hace bien. Que reestrenes emociones olvidadas. Que te choques de frente con el amor, aunque tropieces. Que bailes, aunque los demás no escuchen tu música.
¡No te deseo felices fiestas, no! Yo te deseo que seas feliz cada día, que te ames a rabiar, que te perdones, que renazcas, que brilles, que seas la mejor versión de ti y si sientes que te perdiste, te deseo que te encuentres y te abraces. No… ¡Felices fiestas no! Te deseo que cada día de tu vida sea tu fiesta. Porque eso es exactamente lo que te mereces”. (Créditos a quien lo escribió).
Además de todo lo ya mencionado en la reflexión, también deseo que sólo surja lo mejor de tu corazón y si no es así, que de todas maneras surja para que puedas mirarlo, abrazarlo y además iluminarlo. Que todos los excesos que se manifiesten mañana, sólo sean aquellos que quieres multiplicar y recibir de vuelta en tu vida (ley de causa y efecto). Que el consumismo en todas sus formas, deje de consumirte y que si algo has de consumir ¡Hazlo responsablemente! (ley de la correspondencia).
En internet puedes checar cuáles son las leyes o principios universales, aquí ya mencioné dos (ley de causa y efecto y la ley de la correspondencia), ahí te caerán muchos veintes.
Te recuerdo que puedes seguirme por Facebook, en Becky Mendozaa. Te deseo una excelente y bendecida Navidad.
Por favor recuerda que es nuestra responsabilidad cuidar de nosotros con respeto y con mucho amor. ¡Hasta la próxima!