Un verdadero lujo para los sentidos se vivió en la noche mágica del pasado sábado gracias a la presencia de la Orquesta Filarmónica del Estado de Colima en el festival Sabora Fest que, tras la pausa obligada por los picos de la pandemia de Covid, resurge con fuerza desbordada en los ánimos de los capitalinos y turistas que nos visitan por estas fechas.
La espectacular Orquesta Filarmónica del Estado de Colima, que lleva con orgullo la nomenclatura de su origen, no es sin embargo como podría interpretarse un organismo estatal, dependiente del gobierno, en realidad su origen se funda en el amor, el tesón, la pasión y la fuerza de dirección e interpretación de uno de los jóvenes colimenses con más talento que han surgido en esta tierra en últimas fechas: El joven Carlos Virgilio Mendoza.
El concierto de la noche del sábado 25 de marzo, en el contexto del Sabora fest, contó con más de 50 músicos en escenario, incluyendo a los cantantes del coro Beatum, todo ellos abrigados bajo el ala de los históricos edificios de Palacio de Gobierno y Catedral, con iluminación de gala para resaltar con guinda, dorado y violeta el frontispicio que devino a este presente tras cinco siglos, quinientos años, desde la fundación de la primera Villa de Colima.
Carlos Virgilio Mendoza nos regaló un espectáculo con calidad de primer mundo, con músicos de suma categoría como solo pueden encontrarse en contadas plazas alrededor del planeta, capaces de transformar el tiempo y el espacio en una onda de sonido que cohesiona la materia y la antimateria en nuestra humanidad. Los que estuvimos presentes fuimos transportados a las emociones del gozo, con las interpretaciones de bandas sonoras emblemáticas, provenientes de la pluma de compositores como John Williams, Ennio Morricone y Hans Zimmer.
Esto sucedió bajo la dirección artística de Carlos Virgilio Mendoza, director de orquesta y compositor para música de cine colimense que va construyendo una sólida trayectoria internacional pero siempre regresando a su natal Colima con la intención de hacer proyectos como este y más.
Como colimotes debemos ponderar los esfuerzos del joven Carlos Virgilio que se ha esforzado por dar vida a la Orquesta Filarmónica del Estado de Colima valorada con mayor frecuencia en otros lugares que en su tierra natal, pues se ha presentado y ha sido contratada en muchos escenarios foráneos más que en nuestro estado.
También, mencionar que el fomento a los talentos musicales de nuestro estado es un asunto que se debe tomar con mayor prioridad puesto que, por ejemplo, varios de los músicos que integran la Orquesta Filarmónica del Estado de Colima provienen de lugares distantes. Desde luego que en busca de la mayor calidad posible lo correcto es seleccionar lo más granado en este arte digno de los dioses, pero crear y tener músicos de orden internacional como Carlos Virgilio es algo que debemos procurar como sociedad y exigir a nuestro gobierno.
También vaya una felicitación al padre de nuestro mejor director de orquesta, el político Virgilio Mendoza Sánchez, dos veces presidente municipal de Manzanillo y actual dirigente estatal del Partido Verde Ecologista.