Los cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores con usos similares o productos de tabaco calentado, son una forma de suministro de nicotina que genera adicción y que, a pesar de sus riesgos, la industria tabacalera vende como alternativa a los cigarros tradicionales cuando no lo son, señaló la Secretaría de Salud
En el marco del Día Mundial sin Tabaco, la Comisión de Salud Mental y Adicciones dijo que la industria tabacalera despliega una campaña masiva para promocionar estos dispositivos como productos tradicionales del tabaco.
Incluso, ha invertido recursos para generar campañas de comunicación que engañan a las personas consumidoras, apuntando principalmente a jóvenes menores de edad, para que inicien el consumo de dichos dispositivos.
Sin embargo, precisó que además de la nicotina, los cigarrillos electrónicos pueden contener ingredientes potencialmente dañinos, que incluyen partículas ultrafinas que pueden inhalarse profundamente en los pulmones; aromatizantes como el diacetil, un químico relacionado con una enfermedad pulmonar grave; compuestos orgánicos volátiles, y metales pesados como níquel, estaño y plomo.
La dependencia estatal indicó que la utilización de estos dispositivos genera inflamación de las vías respiratorias, además de un aumento de la sensibilidad de las células en dichas vías a las infecciones virales y de la resistencia dinámica de las vías respiratorias, así como una disminución significativa del óxido nítrico exhalado.
También se prevé que el uso a largo plazo de estos productos aumente el riesgo de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), cáncer de pulmón y posiblemente afecciones cardiovasculares, así como de otras enfermedades asociadas con el tabaco.