* Alta concentración de dióxido de carbono
* El cielo del municipio cubierto por humo industrial
* Razón de aumento de temperaturas y lluvias escasas
Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar.
De acuerdo con el actual consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la actividad económica humana. Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.
Si se quiere estudiar el efecto invernadero, nada mejor que estudiar a Manzanillo, lugar que cumple con todas las características para que los científicos de todo el mundo encuentren una atmósfera totalmente recargada de dióxido de carbono y otros gases y elementos altamente nocivos para el entorno y sus pobladores.
Casi la totalidad del cielo del municipio se puede ver cubierto de grandes nubes blancas o grisáceas, pero no son de vapor de agua, ni anuncian lluvia, sino que son provenientes de las chimeneas industriales, principalmente de la termoeléctrica y la peletizadora. Desde hace más de 25 años, la ciudad recibe lluvia ácida que perfora la ropa colgada en los tendederos, enferma a las personas, daña a los cultivos de amplias zonas y aun mancha el concreto.
El calor se ha elevado considerablemente, mientras que las lluvias son más escasas que en la antigüedad. En las zonas rurales de tradición campesina, las tierras y el ganado desaparecen por la sequía. Hasta esas partes altas llegan los contaminantes.
EL CALOR ATRAPADO
Los científicos señalan que hay flujos de energía entre el espacio, la atmósfera y la superficie de la Tierra, que se combinan para mantener caliente la superficie del planeta, creando el efecto invernadero. La atmósfera de la Tierra recicla el calor que viene de la superficie y entrega calor adicional que eleva la temperatura media de la superficie a aproximadamente +14 °C.
En Manzanillo recibimos el calor del Sol, rebota en la Tierra y luego no puede escapar. El efecto invernadero es un factor esencial del clima de la Tierra. Bajo condiciones de equilibrio, la cantidad total de energía que entra en el sistema por la radiación solar se compensará exactamente con la cantidad de energía radiada al espacio, permitiendo a la Tierra mantener una temperatura media constante en el tiempo.
En nuestra ciudad y puerto se ha roto este equilibrio. Se esperaba que éste se pudiera revertir en pocos años, luego que empezara a operar la planta regasificadora, que haría que se dejaran de emitir a la atmósfera gases invernadero, pero esto no ha sucedido.
El Sol es el responsable de casi toda la energía alcanzada desde el exterior a la superficie de la Tierra. Emite radiación que se puede considerar de onda corta, centrada en torno a la parte del espectro a la que son sensibles los ojos y que llamamos por ello luz visible.
Incluye también dosis significativas de radiación ultravioleta, de longitud de onda menor que la visible. La parte ultravioleta es absorbida en buena parte por el ozono y otros gases en la alta atmósfera, contribuyendo a su calentamiento, mientras que la luz visible traspasa la atmósfera casi sin problemas.
La Tierra, como todo cuerpo caliente, emite radiación, pero al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación infrarroja de una longitud de onda mucho más larga que la que recibe. Sin embargo, no toda esta radiación vuelve al espacio, ya que los gases de efecto invernadero absorben la mayor parte.
En zonas de la Tierra cuya atmósfera tiene poca proporción de gases de efecto invernadero (especialmente de vapor de agua), como en los grandes desiertos, las fluctuaciones de temperatura entre el día (absorción de radiación solar) y la noche (emisión hacia el cielo nocturno) son muy grandes. Desde hace unos años el hombre está produciendo un aumento de los gases de efecto invernadero, con lo que la atmósfera retiene más calor y devuelve a la Tierra aún más energía causando un desequilibrio del balance radiactivo y un calentamiento global.
EQUILIBRIO ENTRE CONCRETO Y AREAS VERDES
Para no contribuir al aumento de la temperatura en nuestra ciudad, cubierta por una enorme capa de dióxido de carbono, es necesario que se dejen en medio de ella grandes zonas arboladas. Es decir, que no sólo se construyan las nuevas colonias con casas y casas, sino que por ley se destinen en esos fraccionamientos grandes espacios de tierra para crear parques y jardines muy arbolados.
También se necesita evitar hacer grandes planchas de concreto, que causan haya mucho calor generándose en el suelo, el cual luego rebotará en el techo de gases contaminantes, y contribuirá a elevar nuestra temperatura. Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto descrito, son: vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, ozono y cloro-fluoro-carburos.
Si bien todos ellos son naturales -a excepción de los últimos- en tanto que ya existían en la atmósfera antes de la aparición del hombre, desde la Revolución Industrial y debido principalmente al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero.
UN EXCELENTE LABORATORIO DE ESTUDIOS
Estos cambios causan un paulatino incremento de la temperatura terrestre; el llamado cambio climático o calentamiento global que, a su vez, es origen de otros problemas ambientales, como la desertización y sequías, que causan hambrunas, deforestación, derretimiento de los casquetes polares y glaciares, que causan un ascenso del nivel del mar, sumergiendo zonas costeras y la destrucción de ecosistemas.
Manzanillo como puerto es uno de los más amenazados por estos hechos, razón por la que debiera haber más interés en trabajar por combatirlos. El efecto invernadero es uno de los principales factores que provocan el calentamiento global de la Tierra, debido a la acumulación de los llamados gases invernadero CO2, H2O, O3, CH4 y CFCs en la atmósfera. El protocolo de Kioto es un convenio internacional que intenta limitar globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero.
El protocolo surge de la preocupación internacional por el calentamiento global que podría incrementar las emisiones descontroladas de estos gases. Los representantes de los países que trabajan en el deberían venir a Manzanillo a ver los efectos de su accionar en una pequeña escala, y tomarnos como ratas de laboratorio, pues difícilmente encontrarán un sitio tan cubierto por gases en su atmósfera.
En las décadas de los 1960 y 1970, surgieron las primeras señales de alarma sobre un posible efecto invernadero en la Tierra provocado por el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.
Antes, se estudiaba al planeta Venus, que es muy similar a la Tierra, el cual se supone que vive en medio de un efecto invernadero, que lo ha convertido en un mundo hirviente y altamente caliente; ahora, para facilitar sus estudios sobre este fenómeno, los científicos tienen a Manzanillo, para no ir tan lejos.