Es lo que está dejando la desaparición de las madres y padres de familia
En Colima hay una cifra negra de niños y niñas sin actas de nacimiento o invisibles que está dejando la crisis de la violencia, la falta de empleo y la crisis de personas desaparecidas, donde los menores no asisten tampoco a la escuela por no tener documentos oficiales.
El caso de Jasive, de la colonia La Reserva, en el municipio de Villa de Álvarez, fue uno que salió a la luz pública recientemente y que está por resolverse su situación legal, por lo pronto ya fue aceptada en la escuela, pero a sus 8 años de edad todavía no ha sido registrado su nacimiento.
Hasta esta redacción llegaron más casos similares de otras dos niñas, radicadas en Colima y Villa de Álvarez, respectivamente, que no asisten a la escuela porque no tienen acta de nacimiento; esto tomando en cuenta que ambos municipios son los más poblados en esta zona conurbada, pero habla de que en Manzanillo, en Tecomán y municipios aledaños la cifra negra existe también y hay muchos niños y niñas invisibles que es difícil saber.
Igualmente, resalta que por género son más niñas las afectadas que niños y persiste el hecho de que “no está su mamá” o “no sabemos dónde está” “o se fue a trabajar en centros nocturnos” y están al cuidado de tías o abuelas que aunque intenten, no han podido obtener actas de nacimiento y los menores están desprotegidos, indocumentados en su propio país.
Cabe señalar que los casos recibidos en esta redacción se les dará seguimiento y apoyo ante los Registros Civiles de los municipios para que tomen cartas en el asunto e implementen acciones o programas para regularizar esta situación.
Es de hacer mención que el Sistema de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) de Villa de Álvarez se puso en contacto para atender el caso de la niña Jasive y esperemos apoye también el segundo caso de otra niña de Villa de Álvarez, ésta de 4 años de edad.
Así cada municipio pueda atender los casos de estos menores cuyos padres no están presentes y por ende no reciben ni educación preescolar ni básica y pareciera que el futuro que les espera es la invisibilidad de por vida y que puede afectar a los hijos e hijas que tengan; condenándolos a repetir el mismo drama.
En nuestro estado, resalta que a diferencia de otras entidades donde la falta de una identidad oficial afecta principalmente a niños que viven en condición de calle y en pobreza extrema, que pertenecen a poblaciones indígenas o que son hijos de jornaleros migrantes y padres analfabetos, aquí está relacionado a padres y madres con abusos de sustancias que dejan encargados a sus hijos e hijas para irse “a trabajar” a otros estados y después no se sabe su paradero.
Se hace un llamado al Gobierno del Estado, al DIF Estatal y Secretaría de Educación para apoyar los casos que detecten de falta de documentos y le den seguimiento porque el derecho a la identidad es el segundo derecho por excelencia después del derecho a la vida; es la llave que abre al resto de los derechos humanos.
“Un niño que no es registrado oportunamente es un fantasma del que no se sabe nada. Sin su acta de nacimiento no puede demostrar su nombre, edad ni nacionalidad. Mucho menos puede inscribirse en la escuela, ser adoptado legalmente o recibir apoyo del gobierno”.
“El drama no termina allí. Cuando crece está impedido para tramitar su credencial de elector, abrir una cuenta bancaria o conseguir un trabajo formal. Tampoco puede casarse legalmente o tener un acta de defunción”, explica Karen Mercado, directora de Be Foundation, una ONG dedicada a la promoción y defensa del derecho a la identidad y al registro gratuito de nacimientos en México.
Persiste la constante de que los familiares de los niños y niñas se acercan a las escuelas a querer ingresarlos, pero les es negada la educación o son referidos a otra instancia, cuando lo correcto podría ser que les tomaran sus datos y les dieran seguimiento, conocer de primera mano la situación y profundizar en lo que esos menores necesitan.
El caso de Jasive está abriendo un camino hacia estos niños y niñas invisibles, el siguiente paso es buscar a toda la población que hoy no tiene rostro para que sepa que el derecho a la identidad ya es un derecho constitucional al que puede acceder de manera gratuita.