El Proyecto Emergency Water Information Networks (EWIN), financiado en su totalidad por el Consejo Británico de Ciencias y en el que la Universidad de Colima es una de las universidades participantes, tiene como propósito utilizar la inteligencia artificial para interconectar sensores, drones, programas de software y teléfonos celulares y vigilar, en tiempo real, el comportamiento de los cuerpos de agua con el fin de evitar inundaciones.
Para ampliar los detalles sobre este proyecto, el Dr. Oliver Mendoza Cano, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima, comentó en entrevista que “desde hace algunos años la UdeC, junto con la UNAM y la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, así como dos empresas (una mexicana y otra del Reino Unido), participamos en lo que se denomina la Red de Emergencia de Información para prevenir inundaciones (EWIN, por sus siglas en inglés), en el que participamos más de treinta personas entre investigadores y alumnos de maestría, doctorado y posdoctorado”.
Este proyecto fue apoyado y financiado, dijo, en un cien por ciento por el Consejo Británico de Ciencias, que es el equivalente al CONACyT en Inglaterra, “quienes han estado apoyando estos esfuerzos que la Universidad ha hecho tangibles con distintos profesores investigadores de las áreas de computación, telemática, ingeniería civil y otras áreas que seguramente se van a ir sumando para poder contribuir a la solución del problema que representan las inundaciones en las zonas urbanas”.
En una primera etapa del proyecto, Oliver Mendoza señaló que se contaba con una red de sensores que medían el incremento en el nivel de un río sobre la superficie del agua, y a su vez había estaciones meteorológicas que también, en tiempo real, podían determinar la cantidad de lluvia y el caudal que tenía el río y saber qué zonas conurbadas están en riesgo de inundarse.
Se utilizaron y colocaron una amplia serie de dispositivos tecnológicos, dijo, como sensores, drones y estaciones hidrometeorológicas a lo largo de la pendiente geográfica de la zona metropolitana de Colima-Villa de Álvarez, conectadas a internet, “con un flujo de datos a disposición de la población, de investigadores y tomadores de decisiones”.
Actualmente, luego de tres años con el proyecto, el entrevistado comentó que “en esta etapa, el objetivo es mostrar modelos de evaluación de la vulnerabilidad de áreas urbanas ante desastres naturales, así como una versión 2.0 del prototipo llamado River Core; esta segunda versión tiende a presentar mejoras por el hecho de que tiene una mejor conectividad y mayor flujo de información para hacer que los modelos matemáticos de redes neuronales puedan aprender y podamos ponderar esa misma información para poder predecir en qué sitios podría haber una inundación”.
Para ello, señaló Oliver Mendoza, “viajaré en los próximos días al Reino Unido en donde daré a conocer los avances de este modelo, así como la información capturada de las tormentas y cómo la hemos ido sistematizando, para saber qué zonas tienen la mayor vulnerabilidad a una inundación repentina”. De igual forma, comentó que a su regreso participará en un seminario que se realizará en Las Hadas de Manzanillo, el próximo 27 de marzo, en el que se mostrará este rediseño a varios tomadores de decisiones del país.
“En el seminario -añadió- presentaré una charla sobre la evolución de las tormentas y la resiliencia en la ciudad de Colima ante eventos de inundación repentina. Después de esta charla haremos un ejercicio dinámico en el que vamos a ver cómo perciben y ponderan ellos el impacto en la infraestructura en caso de inundación”.
“En ese sentido, nosotros como académicos hacemos una invitación a todos los tomadores de decisiones; sabemos que todas las autoridades están sumamente interesadas en apoyar este tipo de iniciativas y que todos los esfuerzos que hacemos como comunidad universitaria serán bien recibidos, por lo que ponemos a su consideración los resultados de esta segunda versión para poder seguir estudiando y dar soluciones antes tales eventos”.
Antes de concluir, el entrevistado destacó que en la segunda versión, “la Universidad de Colima es pieza fundamental para poder implementar estos sistemas y hacerlos visibles, ya que es tecnología mexicana totalmente; este proyecto me ha dejado mucho aprendizaje, sobre todo en el tema de las colaboraciones internacionales, ya que como universidad tenemos la fortaleza académica del personal e investigadores, pero sobre todo de estudiantes, de responder ante este tipo de proyecto, eso ha sido lo más satisfactorio, poder responder ante estos grandes retos globales”.
Destacó, por último, “la excelente coordinación del equipo de trabajo, sobre todo el hecho de que existen las condiciones a nivel estado por la excelente articulación que tiene la Universidad con todos los gobiernos para poder desarrollar un proyecto de esta naturaleza, aunado a la muy buena reputación que posee la casa de estudios en la sociedad; estos logros no son para nada un esfuerzo individual, nos compete, nos relaciona, nos impacta y nos atañe a todos”.
El otro investigador a cargo de este proyecto es el Dr. Raúl Aquino Santos, recién jubilado de la institución pero que sigue activo y trabajando.