El jueves por la tarde, el rector de la Universidad de Colima, Christian Torres Ortiz Zermeño participó en la conferencia “Golpe a las adicciones”, impartida por el ex boxeador y campeón mexicano Julio César Chávez, con la intención de crear conciencia sobre la prevención y tratamiento de las adicciones en los jóvenes.
A la conferencia, que se realizó en el polideportivo universitario de Villa de Álvarez, asistió también la presidenta de ese municipio, Esther “Tey” Gutiérrez.
Al tomar la palabra, Christian Torres Ortiz aseguró que la realización de este evento en un espacio universitario es de gran relevancia, “pues el tema de la salud de los jóvenes y la prevención de las adicciones es prioritario para la sociedad colimense y la sociedad mexicana en general; agradezco al ayuntamiento de Villa de Álvarez y a su presidenta Tey Gutiérrez por considerar a la Universidad para este evento de gran trascendencia y por supuesto al gran campeón mexicano, Julio César Chávez”.
Agregó, por último, que este evento representa una combinación perfecta entre la educación y el deporte, “que es la mejor fórmula para combatir problemas sociales como las adicciónes”. Julio César Chávez, concluyó, “es un referente del deporte mexicano y el deporte mundial, así que yo espero que para todos los aquí presentes, especialmente para los jóvenes que nos acompañan, la charla sea muy aleccionadora y pueda ser determinante en sus vidas”.
Julio César Chávez, ante un público conformado en su mayoría por jóvenes universitarios, habló de sus años de infancia y primera juventud en una familia humilde y de su decisión, incentivada por sus hermanos mayores, por entrar al deporte de los puños y lograr una mejor calidad de vida: “Yo empecé en este deporte soñando en cosas grandes y con la ilusión de ser campeón del mundo para mejorar las condiciones de vida de mi madre”.
Recordó su primera oportunidad por el campeonato del mundo contra Mario “Azabache” Martínez, así como sus 37 defensas del título en tres diferentes divisiones de peso, alcanzando una cifra récord en la historia del deporte: “Todo esto lo hice a fuerza de dedicación, esfuerzo, disciplina y perseverancia”.
Sin embargo, también habló sobre el descenso de su carrera ligado a la adicción al alcohol y las drogas, que lo llevó no sólo a perder su carácter de invicto durante 90 peleas, sino a terminar constantemente en centros de rehabilitación, en las salas de emergencia de hospitales y casi al borde de la muerte. “Una vez que empecé no pude parar y las adicciones me llevaron a perder a mi esposa, perder a mis hijos y el patrimonio que había logrado con mis victorias en el deporte”.
Finalmente señaló que, gracias a un programa de recuperación en una clínica de Tijuana, pudo superar su adicción a las drogas.
Para terminar, dejó un mensaje de esperanza a los cientos de jóvenes reunidos en el Polideportivo al invitarlos a perseguir sus sueños y buscar apoyo profesional si llegaran a caer en este tipo de problemas: “También es de suma importancia la prevención y atención a nuestros hijos, ante cualquier señal de alarma por el posible consumo de estas sustancias, ya que son progresivas y mortales”.