Rodrigo Rosales Escobar.
Para finalizar mi artículo anterior, titulado “Los grandes de Colima”, a continuación, mencionaré a las siguientes personas distinguidas, que considero deben ocupar un sitio en la Rotonda de las y los colimenses ilustres:
Balbino Dávalos, quien cursó la carrera de Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, fue rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, del 11 de mayo al 02 de junio de 1920, este corto periodo se debió a la difícil situación en la vida política mexicana, sobre todo por la disputa por el poder que se desató al finalizar el gobierno de Venustiano Carranza. Fue representante diplomático en Estados unidos, Portugal, Inglaterra, Rusia, Alemania y Suecia, de igual manera escribió obra poética y prosa, lo que le valió ser distinguido como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Alfonso Michel, fue hijo de terratenientes de grandes extensiones ubicadas en los municipios de Tecomán y Armería (Las Humedades). Su obra pictórica no es muy extensa, pero es de gran calidad, en 1932, realizó los murales del salón de artes plásticas de la Universidad de Guadalajara, institución que le otorgó algunas importantes condecoraciones, existe actualmente, una exposición permanente de su obra en la Pinacoteca de la Universidad de Colima.
María Ahumada de Gómez, fallecida hace una década, mujer de extraordinaria sensibilidad, carente de títulos académicos, que por intuición y su gran amor a nuestra región dedicó la mayor parte de su vida a coleccionar las figuras arqueológicas más importantes de nuestro pasado prehispánico, así como a descifrar el significado de cada figura localizada en las tumbas de tiro, que nos dan una idea de la importancia del arte y su capacidad de documentar la vida y costumbres de los habitantes de nuestra región. Su valiosa colección, conformada por más de mil figuras de arte mesoamericano, la donó al estado de Colima. Dicha colección se exhibe permanentemente en el Museo de las Culturas de Occidente, el cual lleva su nombre y fue inaugurado por el Presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado.
María Concepción Ramos Salido de Brun, distinguida dama que ocupa un lugar especial por su tarea humanista en beneficio de las personas adultas mayores; uno de sus más sobresalientes legados a la sociedad colimense lo constituye haber fundado el primer asilo de ancianos, cuya organización y administración lo encabezó como Presidenta la mencionada dama.
Senorina Merced Zamora, fue discípula de la maestra Juana Ursúa, se tituló como preceptora de Primer Orden en 1882. Pronto fue maestra en la Escuela Normal Mixta al lado de Santiago G. Barbosa, José Levy y Aniceto Castellanos. Su vocación por la pintura la motivó a trasladarse a la Ciudad de México, donde estudió en la Academia Nacional de San Carlos. Fue premiada en París con una medalla de oro por su cuadro “Volcanes de Colima”, obra que ha trascendido, reconociéndola como una de las mejores representantes de la pintura mexicana.
La relación anterior, la podrán ampliar los archivos municipales y el del Estado de Colima.
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