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Las Hadas, nos puso en el mapa turístico internacional hace 49 años | El Noticiero de Manzanillo
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Las Hadas, nos puso en el mapa turístico internacional hace 49 años | El Noticiero de Manzanillo

* A cena-baile inaugural vinieron celebridades de la nobleza y Hollywood

* Su fama empezó a atraer turismo norteamericano, canadiense y europeo

* Generó necesidad de construir el Aeropuerto Internacional Playa de Oro

* En sus escenarios han filmado varias famosas películas internacionales

* Fue la idea del hombre más rico del mundo en su tiempo, Atenor Patiño

El 2 de marzo de 1974, tras diez años de trabajo de construcción, en obras a cargo del Arq. José Luis Ezquerra de la Colina, el Hotel Las Hadas, sueño del millonario boliviano avecindado en México, Atenor Patiño, abrió sus puertas al público. Inmediatamente captó la atención del público por su arquitectura que mezcla influencias moriscas con mediterráneas.

La inauguración se hizo con una gran cena baile, que se denominó como la Gala Blanca, a donde asistieron trescientas personas, entre miembros de la nobleza, artistas y magnates, con una lista de invitados que no fue revelada, y que hasta la fecha no ha sido dada a conocer de manera detallada, pero entre la que los rumores dicen que estuvo presente el Sha de Irán.

EL SUEÑO DEL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO

Don Atenor Patiño se dice que era el hombre más rico del mundo en su tiempo, entre los años cincuenta y setenta, hijo de Simón Patiño, llamado “El Rey del Estaño”, quien era propietario de las principales minas de estaño de Bolivia, mismas que fue fueron nacionalizados por esta nación en 1952, pero que dejaron a la familia multimillonarios y con la posibilidad de haber múltiples inversiones en todo el mundo.

Tras la caída del precio internacional del estaño, Atenor pudo recuperar las minas de la familia que habían sido nacionalizadas por el presidente de aquella nación, Paz Estenssoro. Fue también embajador en España e Inglaterra, donde hizo migas con las casas reales de esos países. Finalmente recaló en Manzanillo para hacer un hotel que fue una obra de arte en cuanto a su arquitectura, y que puso a Manzanillo en el mapa turístico internacional.

Hay que recordar que primeramente las playas de la Península de Santiago y Las Hadas eran parte de una hacienda, y eran poco frecuentadas por los propios manzanillenses y turistas. La familia Meillón vendió esa parte de la hacienda en 1952 a la familia sonorense Bustamante, de quien adquiriera Patiño la propiedad.  A su  vez, el Grupo Alfa vendió años después Las Hadas para que pasara a ser propiedad de la cadena Brisas.

UNA PLAYA CASI VIRGEN

Antenor Patiño llegó a Manzanillo y se enamoró de sus playas, confiando además en el buen gusto arquitectónico de su segunda esposa, la española Beatriz de Rivera, con quien vivía desde los años cuarenta y se había casado en Londres en 1960, la cual influyó con sus ideas y consejos sobre la construcción del Hotel Las Hadas; el matrimonio fue válido legalmente hasta 1966.

Ella era diseñadora de modas y muy conocedora de las últimas tendencias en el arte, la moda y la arquitectura. Por su consejo fue que le compraron a la familia Dubin la Casa del Mar, a la que pusieron el nombre de El Terral, y ella diseñó la escalera que comunica a Las Hadas con El Terral. En ambos lugares ella se encargó de la compra del mobiliario y la decoración.

En un principio, la idea del boliviano era construir bungalós y, aunque derribó muchos de los lotes y fincas que ya existían desde los tiempos de los Bustamante, la famosa Casa Dubin fue respetada por ser la construcción más hermosa del entorno, y una de las más modernas del país en ese tiempo, arquitectónicamente hablando.

Antes de ser conocida en 1956 por el millonario boliviano Antenor Patiño, el Rey del Estaño (quien por entonces estaba remodelando en la Ciudad de México el hotel María Isabel), el complejo turístico formaba parte del inmenso Fraccionamiento Península de Santiago, propiedad de los hermanos Luis (quien construyó lotes y fincas), Gabriel y Fernando Bustamante, el cual ocupaba parte de las playas  de La Audiencia, Las Hadas y El Tesoro.

FAMA MUNDIAL PARA MANZANILLO

Como la pareja Patiño de Rivera era muy amiga de la familia Bustamante, frecuentemente visitaban el lugar, todavía virgen, medio selvático, y les encantó tanto, que decidieron adquirirlo en 1964 como refugio para su amor. Especialmente les encantó la Casa del Mar, propiedad de la familia Dubin, y la adquirieron. Mientras se  construía el complejo de Las Hadas, Antenor y Beatriz se hospedaron ahí, alimentándose de langostas y vinos de Oporto.

Patiño se había divorciado en 1958 de su primera esposa, María Cristina de Borbón y Bosch Labrús, ayudado de forma irregular por el gobierno mexicano de Adolfo Ruiz Cortines, a cambio de que el Rey del Estaño hiciera grandes inversiones en nuestro país. Una vez que elevó el valor de estos terrenos y los hubo disfrutado por dos años, los vendió a un precio exorbitante al grupo regiomontano Alfa en 1976, incluyendo los terrenos donde estos empresarios turísticos construirían Maeva, que se inauguró en 1979.

Gracias a este hotel, Las Hadas, se multiplicaron las visitas recreativas de norteamericanos, canadienses y europeos a Manzanillo, y a raíz de éste también se construyó el Aeropuerto Internacional de Playa de Oro, que reemplazó al antiguo de Salagua, que era nacional, muy reducido y rudimentario. Ahí se construyó también uno de los mejores campos de golf.

La belleza del hotel y sus alrededores cobró tanta fama alrededor del mundo, que varias películas de fama mundial se han filmado en él, como “10, la mujer perfecta”, con Dudley Moore y Bo Dereck y “El gran robo de las esmeraldas”, con Omar Shariff, entre otras.

De los Bustamante hay que decir que es una familia que se ha dedicado al negocio inmobiliario desde 1944, actividad en la que aún siguen, quienes construyeron entre doce o trece edificaciones en lo alto de los riscos donde hoy es Las Hadas y sus alrededores, a los que se llegaba a través de un camino de tierra, principalmente para ir a la playa de La Audiencia.

UN FENÓMENO EXTRAÑO Y MISTERIOSO

Las noches en la playa La Audiencia, Las Hadas y los alrededores, son mágicas y misteriosas; no sólo por la belleza del paisaje que es posible admirar a la luz de la luna, sino por la aparición de las legendarias hadas que bailan y revolotean sobre los peñascos, como surgidas de los cuentos. Desde la época prehispánica y la llegada de los primeros colonizadores españoles que visitaron esta tierra, este fenómeno ha causado asombro y, en más de alguno, temor ante lo inexplicable.

El fundador del hotel que dio principio a la urbanización de estas pequeñas bahías paradisíacas quedó tan maravillado con su presencia fascinante, que basó todo el concepto de su hotel en la presencia de las hadas, de modo que se dice que hay dos que son las patronas del turismo ahí: Estérala y Melusina, que dan la bienvenida a los visitantes en la puerta, quienes ahí mismo se enteran de la leyenda y luego la pueden observar desde la ventana de su cuarto.

Las explicaciones sobre las hadas brillantes danzarinas son que se trata de un efecto de fósforo, minerales y arena, que desprenden un vapor con partículas doradas sobre la superficie del mar, generando siluetas de hadas. Desde hace cientos de años los navegantes durante las noches, especialmente las de luna llena, veían a lo lejos unas siluetas iridiscentes bailando sobre el agua, así que a este sitio lo llamaron Las Hadas.

OBRA MAESTRA DE EZQUERRA

Este pintoresco sitio todo pintado de blanco incluye plazas, callejuelas, pasajes, subidas y bajadas que fueron concebidas por Antenor Patiño y su esposa, quienes buscaron el lugar ideal para construir su sueño, apoyados en la pericia y conocimientos de un gran arquitecto español, como fue Ezquerra de la Colina. La idea original  del Rey del Estaño fue hacer un club de descanso para familiares y amigos.

Es por ello que cada habitación es diferente, ya sea en su distribución, en la forma de sus terrazas o en su decoración, y los nombres de las diversas áreas tienen alguna relación con la familia de Antenor Patiño, como la plaza principal Albina que lleva el nombre de su madre, la Plaza Don Simón, del padre y Beatriz, la de su esposa.

El arquitecto destacó la construcción de diez torres, que además de imprimir un toque muy especial, tienen una función totalmente práctica, ya que ocultan las cisternas, la zona de maquinaria, la planta de luz, elevadores y todo cuarto de trabajo y mantenimiento, entre ellas, la famosa Torre del Agua. También cuentan con una Marina.

También se habla de muchos diseños de tinte ocultista, porque Patiño simpatizaba con estas creencias, y en su natal Bolivia se decía que tenía un pacto con el diablo. En cada recoveco, desde sus innumerables torres y almenas hasta sus pasillos curvilíneos y empedrados, sus puentes, umbrales y túneles, hay enigmáticas figuras de pegasos, peces, leones, delfines o sirenas, que se asoman inesperadamente.

EL ANTIGUO PUERTO DE SALAGUA

Las misteriosas luces de Las Hadas tal vez fueran ya observadas por Hernán Cortés y el Virrey Don Antonio de Mendoza, algunos de nuestros ilustres visitantes en la región. El lugar fue sitio de un asentamiento prehispánico, el antiguo Puerto de Salagua, y durante la construcción de hoteles en esta área desde entonces y hasta la fecha, se siguen sacando ocasionalmente figurillas hechas por los indios que ahí habitaron.

Las leyendas también hablan de que por esta bahía llegaron antiguos emisarios del Imperio Celeste de Catay, quienes comerciaban e intercambiaban presentes con el antiguo señor de Colimán, a quien pertenecían estas tierras.

El hotel Las Hadas cumple 49 años de haber puesto a Manzanillo en el mapa turístico internacional.

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