Por: Zenobio Saldivia M.
La educación parece estar siempre en crisis y en cambios sistemáticos, es casi una constante universal. En efecto en Europa, en los distintos hitos históricos se ha observado el cambio de enfoques, tendencia y paradigmas desde los tiempos del mundo helénico, pasando por el control religioso del cristianismo medieval, o luego por la expansión de las ideas de la Ilustración, o el pragmatismo y el utilitarismo actual. Lo propio se ha repetido también en América. En efecto desde la mínima enseñanza religiosa colonial centrada en el evangelio y la consolidación de la lengua española, hasta los cambios ocasionados por el positivismo a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, o hasta la diversidad y confusión de tendencias que se han venido introduciendo desde fines del siglo XX hasta nuestros días. Esto se observa en todos los países de nuestro continente, pero aquí nos concentraremos en México; por ejemplo, entre los años 1934 y 1940.
Así, el educador, historiador, investigador y destacado filántropo, nos presenta en su texto: La educación Socialista en Colima 1934-1940, Colección Editorial Voluntades, 2005, Colima; un amplio y cuidadoso análisis de la educación en la ciudad indicada y en la cronología de los seis años seleccionados, tal como indica el título. Cubre entonces, desde los antecedentes históricos acerca de la fundación de Colima en 1527 como una villa colonial más, hasta 1828 en que se consolida como ciudad. Tras señalar diversos aspectos relativos a la naturaleza, a la cordillera y al volcán Nevado de Colima, y así como también acerca de otros municipios aledaños, nuestro autor nos muestra las novedades impuestas por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, en relación a los sistemas educacionales y a la propuesta socialista del período indicado. Muchas de estas innovaciones se desprenden del programa o Plan Sexenal, articulado por el Partido Nacional Revolucionario y con el cual estaba comprometido el Presidente.
Llama la atención la cantidad de reformas impuestas por este nuevo gobernante para el beneficio social, vía sistema educacional. Y aunque no prosperaron todas, destaquemos al menos las siguientes: Se funda el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio para capacitar a profesores
vía correspondencia. Se consolida el sistema de biblioteca enciclopédica. Se impulsa la alfabetización, la educación técnica y la educación rural. Se reposiciona el Instituto nacional de Psicopedagogía, con énfasis en la búsqueda de un correlato entre inteligencia, personalidad y facultades morales. Se incorpora a la mujer en la educación y en ámbito público. Y en rigor, fue un hito donde se observa una notoria preocupación por difundir diversas medidas para combatir el alcoholismo, la tisis y las enfermedades infantiles y se aspiraba a la regeneración moral de la sociedad. Por otra parte, los libros de texto utilizados en este hito, apuntaban a destacar la situación social de los trabajadores y a la necesidad de realizar los cambios revolucionarios.
Empero, no todo fue bien encauzado por los mandos medios y la población se mostró confundida. Entre otras razones, porque cada maestro entendía las pautas derivadas del Plan Sexenal a su amaño y se alejaba de lo esencial, y porque algunos maestros se enfrascaron en discusiones con los sacerdotes, lo que asustó a un pueblo tan católico; también se cometió el error de mirar o formar al hombre nuevo, solo desde la escuela, sin apreciar el marco social en el que debía desenvolverse y transformar, en fin…; todo esto generó violencia y agitación.
Desde nuestra perspectiva -en tanto educador chileno- llama la atención el marco teórico filosófico del que se nutrió este período: algunas ideas marxistas, algunas nociones directrices de Sigmund Freud, otras de la educadora María Montessori, y otras de claro corte positivista, tales como la búsqueda del orden y el progreso, la incorporación de la mujer a la educación y en la participación de la vida pública, entre otras. Esto porque en Chile, en 1941, asume la conducción del país el político Pedro Aguirre Cerda, del Partido Radical, y muchas de las innovaciones implantadas por Lázaro Cárdenas; son también realizadas en Chile por el Presidente Pedro Aguirre Cerda, que gobernó entre 1941-1944; como por ejemplo la construcción de establecimientos educacionales, el fortalecimiento de la imagen social del profesor, la educación centrada en la actividad, la vida pública y la regeneración moral de la sociedad.
Por lo anterior, sólo cabe reconocer que nuestro destacado comunicador y estudioso mexicano Roberto Godínez Soto, logró una excelente reseña holística de la situación educacional en su querida ciudad y en el Estado de Colima, en el corte histórico 1934-1940. Y desde Chile, le hacemos llegar nuestro reconocimiento porque con este libro, Godínez, contribuye no solamente a desvelar la educación mexicana, sino también a fortalecer la historia de las ideas, en México y América.